¡MÁS INDEPENDIENTES QUE NUNCA!

Hace 7 años un grupo de estudiantes, al sentir que las agrupaciones que existían en ese momento en la Facultad no representaban a nadie, formamos ALTERNATIVA POR BELLAS ARTES, una agrupación que pudiera invitar a participar a todos los estudiantes que quisieran mejorar la facultad y relacionarla con los problemas reales del país.

En aquel momento las cosas eran muy diferentes. Veníamos de años donde la realidad política del país era completamente distinta. Tiempos en que se insistía en privatizar lo poco que quedaba del Estado, las protestas sociales eran severamente reprimidas y los sectores populares y los movimientos sociales eran absolutamente ajenos al debate. La política era exclusiva de unos pocos y los ajustes presupuestarios eran moneda corriente en los distintos gobiernos.

El neoliberalismo, que condenó a la marginalidad y a la pobreza a miles y miles de argentinos, tambien nos convirtió en testigos privilegiados de la pérdida de valores colectivos, del bastardeo de la política y de la militancia, promovidos principalmente por los medios masivos de comunicación. Esto provocó el alejamiento de los jóvenes de cualquier tipo de participación. Nos habian convertido en una juventud individualista, diezmada por el hambre y sin expectativas de futuro.

Por eso, en nuestros comienzos eramos independientes. Porque reinaba el desencanto y la desconfianza hacia la dirigencia política. Porque los '90 nos habian dejado como saldo políticos que no supieron salir de la ola de globalización liberal, prometiendonos entrar al paraíso de la modernidad cuando en realidad ingresamos al infierno de la desigualdad y la pobreza.

Hacíamos política por un sentimiento de bronca, de inconformismo con la realidad. No nos resignabamos a seguir hundiendo a la Argentina con más ajustes y endeudamiento. No creíamos posible que un gobierno defendiera nuestras ideas. Por eso seguimos siendo independientes durante los primeros años del kirchnerismo, cuando el gobierno tenía un 70% de imagen positiva y todos decían ser oficialistas.

Pero claramente el escenario cambió. Kirchner dejó de ser el tipo simpaticón para todos cuando se sintió la necesidad de profundizar un modelo económico y social inclusivo. Y cuando ganó Cristina algunas medidas apuntaron en ese sentido. La redistribución de la renta diferencial de la tierra a través del cobro de los derechos de exportación marcó un antes y después en la política nacional. Ante semejante medida se crisparon todos: políticos, periodistas, corporaciones, la sociedad entera parecía atravesada por un frenesí incontenible. Parecía que estar de acuerdo con una medida como esa era una locura frente a la presión corporativa que los medios de comunicación ejercieron.

Comenzó a verse más claro cuáles son los modelos en pugna, con una oposición que finalmente nos descubre que tras su republicanismo y su federalismo no hay más que recursos retóricos para intentar frenar a un país que viene levantando del desastre al que lo llevaron en 2001.

Por eso ahora, que desde los grupos monopólicos de comunicación intentan confundirnos con un relato de la realidad mentiroso y derrotista cuyo único fin es impugnar cualquier avance de los sectores populares, queremos ser más independientes todavía y decidimos salir a defender este proyecto.

Con esto, queremos decir que ALBA no cambió: porque recordamos quiénes somos y qué país y universidad queremos, es hora de sabernos parte de un proyecto político mucho más amplio que la Facultad de Bellas Artes. Por eso decidimos ser parte de La Cámpora. Porque cuando a algunos ya no les quedaba tan cómodo ser kirchnerista, vino la estatización de los haberes jubilatorios en manos de las insaciables AFJP, que además de volver a instalar al Estado en un lugar central de la economía, permitió que miles de argentinos pudieran acceder a la jubilación y posibilitó más de 13 aumentos para los viejitos y viejitas de nuestro país. Y la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual nos recordó que la información es un derecho de todos: del que la da y del que la recibe.

La Asignación Universal por Hijo también nos pareció una medida de gobierno acertada. Porque es el primer paso histórico para que ningún argentino se quede sin poder garantizarle el piso más elemental de dignidad a sus hijos.

Estas son algunas de las cosas por las que creemos que es el momento de bancar un proyecto que reivindica la política como herramienta de transformación y no claudica ante las corporaciones.

No pensamos todos igual, no somos obsecuentes sino consecuentes con nuestras ideas. Debatimos, charlamos, discutimos y pensamos cómo consolidar lo logrado, cómo corregir lo que falta y cómo profundizar lo bueno.

Porque en estos 7 años en los que ha pasado de todo, ALTERNATIVA POR BELLAS ARTES cambió tantas veces como la discusión interna, el debate y el intercambio de ideas lo determinó. Pero siempre tuvimos en claro una cosa: la Facultad de Bellas Artes es parte de la Argentina y la enseñanza universitaria y la formación profesional deben estar orientadas a un modelo integrador, justo, democrático y popular.

Esa es la razón por la que decidimos ponernos la camiseta y jugarnos definitivamente por la construcción y profundización de un modelo político, económico y social que privilegie, de una vez por todas, la inclusión y la igualdad, el crecimiento y el desarrollo. Un modelo justo, libre y soberano.